CEEN • febrero 2017 •
Frente a las verdades a medias y falta de respuesta a las preguntas elementales del fenómeno por parte de las autoridades responsables, el Centro de Estudios Estratégicos Nacionales (CEEN) se propone llenar este vacío de información.
Ante los incrementos recientes de los precios de los petrolíferos (gasolinas, diesel), la población mexicana ha estado sujeta a una serie de explicaciones originadas por funcionarios de la administración actual, que han causado confusión, ya que presentan verdades a medias y no contestan las preguntas elementales del fenómeno.
El Centro de Estudios Estratégicos Nacionales (CEEN) se propone llenar este vacío de información que no satisface las siguientes preguntas elementales que hace la población mexicana, la cual ha visto lesionado su poder adquisitivo y se manifiesta confundida con la falta de una opinión veraz, sucinta, con conocimiento de causa y estratégica que contribuya a entender el fenómeno a que se ha visto enfrentada. Las preguntas que están en este ambiente son las siguientes:
1. ¿Por qué si se importa la gasolina en más de 60% de la demanda nacional, y esta importación viene principalmente de los Estados Unidos, de los estados de Texas y Luisiana, en más de 80%, el precio de la gasolina en México es más caro que en esos lugares?
La estructura de los costos de la gasolina en los Estados Unidos, de acuerdo con el Departamento de Energía de aquel país, se ilustra en la figura 1, y se describe en la tabla 1, en donde también se compara con la gasolina hecha en México.
Figura 1. Estructura de costos de la gasolina regular en los Estados Unidos.
Tabla 1. Comparación de la estructura de costos de la gasolina regular entre los Estados Unidos y México
(1) La contribución del precio del crudo es menor en México debido a que la mezcla mexicana es inferior en precio al crudo West Texas Intermediate (WTI). Cabe mencionar sin embargo que el crudo mexicano es mucho más difícil de procesar debido a que es más pesado, al contener una mayor proporción de asfaltenos, azufre y sal.
(2) Los impuestos comprenden el IEPS y el IVA.
(3) Se estima que el costo de transporte es el mismo que en EUA; si bien es cierto que México tiene una red de poliductos muy eficiente en su costo, hay que agregar el transporte del carbón, el combustóleo y el azufre de las refinerías del altiplano y la de Cadereyta a puertos marinos; toda esa transportación se hace por ferrocarril. Adicionalmente habría que agregar al costo de la gasolina mexicana la gran cantidad de tomas clandestinas.
(4) Se estima que el costo de la refinación es mayor en México que en los Estados Unidos debido a que sólo tres refinerías (Cadereyta, Madero y Minatitlán) están configuradas para procesar una mayor proporción de crudo pesado; además existe un rezago en la tecnología empleada, debido a la antigüedad de las instalaciones y a que las otras tres refinerías (Tula, Salamanca y Salina Cruz) fueron diseñadas originalmente para procesar crudo ligero. También hay que mencionar que recientemente en el mantenimiento se ha experimentado escasez de recursos monetarios, tanto en las plantas de proceso como en las de servicios auxiliares, pero también en las instalaciones de infraestructura (ductos, terminales de almacenamiento, estaciones de bombeo, etc.); esto, aunado al trabajar con un crudo cada vez más pesado, ha ocasionado una gran cantidad de paros no programados en todas las refinerías, en número mucho mayor que el registrado en las refinerías americanas. Un tema adicional lo representa la gran cantidad de combustóleo que se produce en las refinerías no reconfiguradas para procesar una mayor proporción de crudo pesado, lo que ha traído una mayor producción de combustóleo que debe extraerse del almacenamiento en la refinerías por medio de ferrocarril desde el altiplano en el caso de Tula y Salamanca hacia la costa para su comercialización; ello ocasiona una mayor acumulación de este subproducto, lo que se ha traducido en bajas de procesamiento de crudo e inclusive en paros de plantas cuando el movimiento de extracción no es oportuno. Entonces, la operación de las refinerías está sujeta al movimiento del combustóleo producido.
La mayor productividad de las refinerías estadounidenses en comparación con las mexicanas estriba en el hecho de que se les alimenta la calidad de crudo para la cual están diseñadas, se cuenta con un mantenimiento continuo y el personal que labora en ellas tiene la experiencia y la capacitación adecuada para realizar sus tareas, con cursos avanzados de capacitación que incluyen modelos dinámicos de simulación de procesos semejantes a los simuladores de vuelo para el entrenamiento de pilotos.
(5) Es el precio actual de la gasolina magna en la Ciudad de México.
Considerando lo anterior, se puede concluir que el incremento del precio de la gasolina en México está relacionado en primer lugar con los impuestos que la Secretaría de Hacienda ha establecido y cobra a la población mexicana, para poder financiar los proyectos que se han aprobado (estimamos que en el caso de la gasolina Magna, los consumidores pagan por lo menos 2.15 pesos de IVA y 3.67 pesos de IEPS por cada litro de gasolina vendido).
Se puede mencionar adicionalmente que la operación de refinación y los costos de transporte y distribución, la pérdida del talento del personal en las labores de operación y mantenimiento, así como en los mandos ejecutivos, también contribuyen al mayor costo de las gasolinas, debido a los problemas mencionados arriba; se resalta el hecho de que las refinerías mexicanas, inclusive las ya configuradas, operan con un tipo de crudo para el cual no fueron diseñadas, y este hecho también tiene su influencia en el precio de la gasolina.
En el precio del crudo, consideramos que este concepto tiene prácticamente la misma importancia que en las plantas de refinación de los Estados Unidos.
2. ¿Por qué si México es un país petrolero tenemos que importar estos volúmenes crecientes, de hasta 460,000 barriles por día de gasolina actualmente, y este volumen tiende a incrementarse conforme pasa el tiempo?
Esta pregunta tiene los antecedentes que ya se han mencionado, en especial que prácticamente la mitad de las refinerías se encuentra trabajando con un tipo de crudo muy diferente del contemplado en el diseño original, básicamente porque en el transcurso del tiempo el crudo mexicano se ha tornado más pesado, con un mayor contenido de carbón, asfaltenos, sal y azufre.
Este problema ha causado bajos rendimientos en la producción de destilados, una mayor producción de combustóleo y un mayor costo de operación; consecuentemente, la producción nacional de gasolinas y en general de los petrolíferos ha disminuido, con lo que se han incrementado las importaciones.
El deterioro de la capacidad productiva se origina desde hace cerca de 30 años; comenzó en el sexenio de Miguel de la Madrid. En ese tiempo las diferentes administraciones del país no invirtieron en el incremento de la capacidad productiva de refinación, porque privilegiaron los proyectos de exploración y extracción de crudo.
Todas las administraciones subsecuentes, incluida la actual, continuaron con el proceso de desmantelamiento de la industria estatal de refinación, aunque también habría que agregar que lo mismo ha sucedido con la industria petroquímica y con la del procesamiento del gas. Esto explica las grandes importaciones de productos petroquímicos (25,000 millones de dólares en 2016) y de gas natural.
Lo anterior se hace evidente en la tabla 2, donde se muestra el plantel de procesamiento de refinación en México.
Tabla 2. Capacidad de procesamiento de crudo, configuración y porcentaje de crudo maya procesado en las refinerías de Pemex
Es digno de mencionar que, en los últimos 30 años, sólo se han hecho inversiones para reconfigurar tres refinerías a fin de procesar una mayor proporción de crudos pesados y para la producción de combustibles limpios, con objeto de cumplir con la reglamentación ecológica (proyectos que aún no se han concluido).
La única inversión para incrementar el procesamiento de crudo fue en la refinería Lázaro Cárdenas en 2012, que aumentó en 150,000 barriles/día.
La capacidad redundante de producción de petrolíferos que se tenía hace 30 años y que antes permitía tener una holgura de procesamiento para afrontar cualquier eventualidad y no poner en riesgo el suministro de petrolíferos ha quedado eliminada y ahora se tiene un déficit en la producción de estos productos.
Resumiendo, se importan las cantidades masivas de gasolina, diesel y productos petroquímicos porque no se ha invertido en el sector de transformación industrial del petróleo; en segundo lugar, porque no se alimenta el crudo suficiente en calidad, de acuerdo con el diseño de las instalaciones; en tercero, porque no se han proporcionado los recursos suficientes para dar un adecuado mantenimiento y una adecuación tecnológica a todo el aparato de refinación instalado, plantas de proceso e infraestructura, por la gran cantidad de tomas clandestinas y porque se ha tenido una pésima administración en Pemex.
3. ¿Realmente la reforma energética ofrecerá precios de gasolina y diesel más baratos a la población mexicana, tal como ha sido prometido por los funcionarios de la actual administración del país?
La posibilidad de que los mexicanos tengan precios más baratos de gasolina y diesel dependerá, en orden de importancia, de la disminución de la tributación fiscal, del precio del crudo y del mejoramiento del tipo de cambio peso/dólar.
Por otro lado, se podrían disminuir dramáticamente las importaciones de gasolinas si se mejorara la calidad del crudo que alimenta a las refinerías, un crudo de acuerdo con el diseño de éstas. Para lograr esto habría que suspender la exportación del crudo ligero y alimentarlo a las refinerías e inclusive importar crudo ligero adicional. El crudo pesado con que ahora se alimenta a las refinerías podría maquilarse en el exterior; esto ya se ha hecho en el pasado.
Es de suma importancia insistir en la mejora del mantenimiento en plantas de proceso e infraestructura de refinación en el país y desde luego en el abatimiento de las tomas clandestinas.
De igual forma, se deberá buscar la adecuación tecnológica de las instalaciones y el mejoramiento de la capacitación del personal encargado tanto de la operación como del mantenimiento de las instalaciones de refinación.
Todas estas medidas contribuirán a incrementar los rendimientos y la productividad y contribuirán a mejorar el precio de las gasolinas.
4. ¿Qué se tendría que hacer en México para no tener una dependencia tan grande de las importaciones de petrolíferos, lo cual afecta a la seguridad nacional?
La respuesta a esta pregunta consiste en primer lugar en detener el proceso de desmantelamiento del sistema nacional de refinación y mejorar sustancialmente la operación del sistema nacional de refinación, tal como se ha descrito; en segundo lugar, en incrementar la capacidad productiva de refinación sobre todo en la costa del Golfo de México.
Proponemos que debe regresarse a las prácticas que se tenían anteriormente en Pemex de seguimiento estricto de un programa de carrera para todo el personal que trabaje en el sector de transformación industrial, incluyendo a los altos mandos; estos últimos puestos sólo se deben alcanzar después de una carrera exitosa y de muchos años de experiencia en esta industria; deberá prohibirse la llegada de políticos a los puestos de alto nivel de Pemex, concepto que nunca se observa en las grandes compañías petroleras.
Desde luego, es imperativa la libertad de gestión que debe proporcionársele a la industria, tal como también se hace en las grandes compañías petroleras.
El incremento de la capacidad productiva de refinación deberá hacerse de tal forma que las nuevas refinerías tengan una economía de escala adecuada. La Secretaría de Energía ha hecho estudios en donde se establece que una capacidad adecuada sería de al menos 600,000 barriles diarios de capacidad de proceso de crudo, con una complejidad que permita procesar cargas pesadas.
Actualmente Pemex tiene el desarrollo de las ingenierías básicas con una tecnología moderna, las cuales deberán adecuarse para esta nueva capacidad y para ser instaladas, como se ha mencionado, en la costa del Golfo de México.
Otra opción que deberá estudiarse es la instauración de refinerías modulares, de menor capacidad, pero de menor tiempo de instalación.