Resumen ejecutivo de la problemática de la localización de la refinería de Dos Bocas

Se ha suscitado una polémica sobre la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas. Algunos afirman que no es posible construirla en un plazo de 3 años, y que el presupuesto planteado inicialmente está muy por abajo de lo que finalmente pudiera costar. A lo largo del documento sostenemos que esto es posible basados en la mejores prácticas mundiales constructivas y de planeación actuales.


Alejandro Villalobos Hiriart* • 22 de julio de 2019 •

Nota para el lector: La nueva refinería de Pemex en Dos Bocas, Tabasco, ha generado intenso debate entre especialistas, políticos y diversos sectores de la sociedad. El Centro de Estudios Estratégicos Nacionales, A. C. (CEEN) ofrece aquí un segundo aporte sobre el tema. La opinión del autor no necesariamente es la del CEEN.

 

La refinería de Dos Bocas, Tabasco, es el proyecto más importante en la actual administración en México; es sumamente relevante, ya que es la primera expansión de la capacidad de refinación con una nueva refinería desde el año 1988, en que se puso en operación la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, hace ya 31 años, o la reconfiguración de la refinería de Minatitlán en 2011, hace 8 años.

En nuestro concepto se trata de un proyecto prioritario para mejorar la soberanía energética de México; sin embargo, la actual situación financiera de Pemex nos obliga a ser sumamente eficientes en las futuras inversiones, y más si son de la magnitud de una refinería de una capacidad de procesamiento de 340,000 barriles de crudo, con una configuración de procesamiento de fondo de barril, que la harán la más importante y moderna de nuestro país.

Tal como se confirmó en el estudio de localización hecho por el Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos (IMIQ) en el año 2008, uno de los sitios ideales para esta nueva refinería sería la costa del Golfo de México, concretamente en el estado de Tabasco, por las siguientes razones:

  • No se tendría que invertir en onerosos costos en oleoductos y estaciones de bombeo para llevar el crudo al altiplano.
  • Los petrolíferos, el azufre y el coque producidos se podrían comercializar vía marítima construyendo las instalaciones correspondientes en la terminal marítima de Dos Bocas.
  • No se incrementaría la contaminación ambiental en el altiplano.
  • Se cuenta con suficientes terrenos, algunos ya propiedad de Pemex, que tienen suficiente altura con respecto al nivel del mar, que no requieren adecuaciones complicadas, sólo el movimiento de tierras para dar los niveles requeridos para las diferentes áreas de la refinería.

 

En este trabajo, el IMIQ confirmó en un estudio comparativo de localizaciones que el mejor sitio para construir la refinería era el estado de Tabasco, pero recomendó que el sitio seleccionado fuera en unos terrenos cercanos al centro de procesamiento de gas de Nuevo Pemex, que cuenta con una elevación de 14 metros sobre el nivel del mar, para evitar costos innecesarios en la adecuación del terreno y los problemas por las características del suelo, el alto nivel de agua freática, la carencia de desniveles y la vulnerabilidad al cambio climático.

El área seleccionada en Dos Bocas se encuentra prácticamente al nivel del mar y carece de un gradiente de altura para drenar el agua residual del proceso hacia la planta de tratamiento de efluentes. El sitio seleccionado en el trabajo del IMIQ se encuentra de un terreno consolidado al sur de la terminal marítima de Dos Bocas, en la cercanía del centro procesador de gas Nuevo Pemex.

Otro tema fundamental que deberá resolverse es el problema de la calidad del terreno y del nivel de agua freática; estos suelos permanecen inundados la mayoría del año, sólo están libres de manto freático superficial por 30 a 40 días al año; en ellos el manto freático desciende hasta 50 cm de profundidad en promedio. Por otro lado, el área de Paraíso está sujeta a subsidencias debidas a la acumulación de grandes cantidades de sedimentos, que se compactan y propician un hundimiento generalizado de la llanura Tabasqueña.

En este momento no sabemos cómo se solucionará el problema de la mala calidad del terreno, si con la adición de plataformas y con material externo de aporte para la consolidación y se buscará después la compactación del terreno, combinando con la adición de pilotes en donde se requiera para evitar los asentamientos, lo cual no detendrá el fenómeno de hundimiento de la llanura Tabasqueña y provocará problemas continuos a las cimentaciones de los pesados equipos de las plantas de la refinería.

Sin embargo, conveniente mencionar que se tiene la experiencia del acondicionamiento de las 74 hectáreas de la reconfiguración de la refinería de Minatitlán, donde se hincaron 58,000 pilotes desde 15 hasta 50 metros de longitud, que tuvo un costo del orden de 150 MMUSD, para adecuar el terreno, afectando el tiempo del proyecto dada la magnitud de la obra. Cabe mencionar que durante este proyecto se implementaron plataformas con material de aporte para proporcionar el gradiente hidráulico para permitir el drene desde las plantas hasta la unidad de tratamiento de efluentes. En el caso de Dos Bocas, no sólo se tendrá que pilotear el área de la refinería, sino también las vías de acceso terrestre, carreteras y vías férreas que tendrán que construirse, incluyendo los puentes, así como la expansión del puerto.

Para la adecuación del terreno a fin de permitir el drenaje de agua residual de las plantas de la refinería hacia la planta de tratamiento de efluentes, se ha elaborado un cálculo preliminar para la construcción de las plataformas en las 704 hectáreas, con material de aporte que se tendrá que llevar al sitio seleccionado para la refinería, con las cuales establecer un gradiente hidráulico de aproximadamente 4.5 metros en promedio, que es la elevación que tienen los tanques de almacenamiento de crudo de la actual terminal. Se requerirá el suministro de material de aporte por aproximadamente 32 millones de metros cúbicos, lo que significa 1,056,000 viajes de camiones de 30 metros cúbicos de tierra cada uno desde el sitio de aporte, lo cual llevará más de un año, y tendrá que establecerse la ruta y los caminos necesarios para efectuarlo, ya que los caminos actuales no son adecuados para soportar esa intensidad de tránsito y pasan a través de la ciudades de Comalcalco y Paraíso, lo que causaría una gran molestia y problemas a los habitantes de esas poblaciones.

Para el proyecto de ampliación del Puerto de Dos Bocas y también para el de la refinería, deberán considerarse los diferentes pronósticos posibles de elevación del nivel del mar en dependencia de las acciones implementadas para mitigar el cambio climático; sin embargo, los últimos escenarios globales estiman una posible elevación desde poco más de 60 cm hasta 1.30 m para 2100. Para el proyecto este tema resulta en una amenaza importante por los impactos descritos anteriormente y porque un porcentaje importante del estado es de baja altitud, incluyendo regiones por debajo del nivel del mar.

En general, el aumento relativo del nivel del mar tiene una gran variedad de efectos sobre los procesos costeros. Además de elevar el nivel del océano, el aumento del nivel del mar favorece el incremento de diversos procesos costeros relacionados con este componente (mareas, oleajes, etc.). Sin embargo los impactos más visibles asociados a este aumento en el nivel del mar, se reflejan en inundaciones futuras, particularmente en zonas costeras. En cuanto a los impactos a largo plazo, se reflejarán en cambios en la línea de costa, variaciones en los procesos de erosión costera, pérdida de las lagunas costeras, salinización de humedales, principalmente en dos direcciones: cambios en oleajes, mareas y oleadas y cambios en la morfología costera.

Lo anterior significa que la construcción en ese lugar será mucho más onerosa en la inversión de 8 mil millones de dólares, y también en el tiempo de construcción, debido a las adecuaciones del terreno, las nuevas vías de acceso que se requerirán, la adecuación del puerto, el riesgo por el cambio climático y las obras de infraestructura dentro y fuera del límite de baterías. Ello significará un tiempo adicional significativo.

Por todo lo anteriormente expuesto, respetuosamente haría las siguientes recomendaciones:

  1. Dada la importancia que conlleva, se propone que los mejores expertos mexicanos evalúen si el lugar seleccionado es el adecuado para instalar la refinería, especialmente por el riesgo que conlleva el cambio climático y la magnitud en costo y en tiempo, la adecuación del terreno y la obra civil y la magnitud en costo y en tiempo que esto implica.
  2. Si resultara que el lugar no es adecuado, deberá de buscarse una mejor opción a la brevedad posible.

 

Una opción que merece estudiarse, y que en particular recomiendo, es la de instalar una refinería más pequeña en Tabasco y otra en el complejo petroquímico Cangrejera, para complementar la capacidad de expansión del SNR en 340,000 b/d; en los complejos petroquímicos de Cangrejera, Morelos y la terminal marítima de Pajaritos ya se cuenta con toda la infraestructura necesaria para el manejo del crudo y de los productos petrolíferos, incluyendo en el suministro de agua cruda, en donde se tiene inclusive instaladas las facilidades de retratamiento y de tratamiento de agua, generación de vapor, sistemas de agua de aforamiento, drenaje sanitario y drenaje químico, y no se tendría que hacer inversión en todos estos rubros, no se tendría que invertir en la adecuación del terreno, ni en toda la obra civil, lo que también disminuiría el tiempo de construcción de una manera importante. Por otro lado, este lugar tiene la ventaja adicional de contar con una planta despuntadora de crudo y una planta reformadora susceptibles de ser rehabilitadas. Adicionalmente, en Cangrejera se pude trabajar en paralelo con la refinería de Minatitlán, dada su cercanía geográfica, además de que todos los insumos y productos de la refinería se pueden transportar y almacenar en la terminal marítima de Pajaritos.

Hay que resaltar el hecho de que esta zona del país no es tan vulnerable al cambio climático, y también que no se requiere construir nuevas vías de acceso, además de que existe suficiente reserva territorial para una área semejante a la de la reconfiguración de la refinería de Minatitlán (72 ha).

Adicionalmente, conviene mencionar que en la opción de construir un tren de refinación semejante al de la reconfiguración de la refinería de Minatitlán a Cangrejera existe un ahorro adicional, porque no se necesitaría la planta de hidrógeno, ya que las plantas de etileno de Morelos y Cangrejera lo producen. Este ahorro es del orden de 450 millones de dólares. Además se tendría una sinergia adicional entre los procesos de refinación y petroquímica, que ayudaría en la viabilidad financiera del proyecto; esta ventaja no se tiene en Dos Bocas.

Por otro lado, puede usarse toda la ingeniería de detalle ya desarrollada en la reconfiguración de la refinería de Minatitlán, que tiene una capacidad de procesamiento de crudo de 150,000 b/d y que ha probado tener un buen diseño, lo cual disminuye el costo de la inversión en una forma importante, ya que ésta sería del orden de 3,600 millones de dólares, y sobre todo el tiempo de desarrollo del proyecto. Este proyecto podría realizarse en dos años y medio.

  1. Otro activo de Pemex Refinación que recomendamos se termine corresponde a la reconfiguración de la refinería de Tula, cuya planta de coquización lleva un 50% de avance. Este proyecto requiere aproximadamente 2 años para terminarse y una inversión adicional del orden de 1,500 millones de dólares. Su culminación es importante pues procesaría el combustóleo para producir gasolinas y diésel adicionales.
  2. Con el objetivo de no retrasar el proyecto en Tabasco, recomendamos que se reduzca el tamaño de la refinería para procesar 150,000 b/d y se analice la conveniencia de seleccionar un lugar con una mayor elevación que el actual para evitar los problemas que en este trabajo se han señalado. Existen al menos tres sitios alternativos, todos en Tabasco y con terreno firme para construir cerca del complejo de gas Nuevo Pemex, y dos más: uno cerca de Huimanguillo y otro en el entronque Villahermosa-Cunduacán.
  3. Para que el proyecto se desarrolle lo más eficientemente posible, recomendamos que se integre un grupo de expertos con experiencia probada en el desarrollo de proyectos y construcción de esta magnitud, para reforzar al actual equipo, terminar la definición de toda la obra que comprende la refinería dentro y fuera de límites de batería, supervisar y vigilar que la fase de ingeniería de detalle se efectúe apropiadamente y con la corrección técnica dentro de los programas establecidos en cada proyecto, verificar la correcta fabricación de los equipos y asistir en la fase de construcción, asegurar la calidad y el cumplimiento de los presupuestos. Cabe mencionar que la fase de ingeniería de proyecto es la más importante para definir que la inversión sea óptima, y la fase de construcción es la más vulnerable en el presupuesto por la gran cantidad de recursos que ocupa.

 

*Ingeniero químico, jubilado de Pemex. Integrante del CEEN.

 

Si usted desea leer la versión completa del texto, solicítela a contacto@ceen.org.mx

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