Convocatoria Nacional para Establecer la Radio y Televisión Ciudadana

Club de Periodistas de México.

Se hace necesario establecer una Radio y Televisión Ciudadana,  como una institución cultural independiente y propia de la sociedad mexicana, que tiene el propósito de acrecentar la capacidad de conocimiento, reflexión, expresión cultural y afectiva de todos los mexicanos.

3ComunicaciónSocialSe convoca a todos los Mexicanos, mujeres y hombres de todas las edades, que vivimos en todo el territorio nacional, a exigir al Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial Federal, el otorgamiento inmediato de una concesión para una señal de radio, y otra de televisión, abiertas y de alcance nacional, para las personas y organizaciones de la sociedad civil que suscriben esta justa demanda, y constituirán una persona moral que será la titular de dichas concesiones.

La Nación Mexicana es resultado de un trabajo histórico de innumerables generaciones, que incorpora aportes culturales y civilizatorios de los pueblos originarios de América, a lo largo de más de tres mil años; las realizaciones de tres siglos de Virreinato y mestizaje, bajo condiciones de tutela, dominación y sociedad de castas, subordinada al Imperio Español; dos siglos de vida independiente como República Federal; las luchas para defender la soberanía ante la invasión y mutilación del territorio nacional por parte de los Estados Unidos de América y la invasión del imperio francés; la pax porfiriana, y los cien años de construcción institucional para realizar los mandatos emanados de la Revolución Mexicana, plasmados en la Constitución Política de 1917.

En el último cuarto de siglo, el proyecto constitucional de desarrollo fue abandonado y se gobierna desde entonces con el propósito deliberado de anular las capacidades y facultades del Estado mexicano, a favor de las corporaciones globales, nacionales y extranjeras; se ha destruido la soberanía económica nacional a un grado que ninguna nación civilizada aceptaría; cadenas industriales enteras han desaparecido y aumenta la dependencia alimentaria, energética y mediática; los ciudadanos estamos pagando la quiebra del sistema bancario, mismo que se entregó a empresas de inversión extranjera, dejando al país sin un sistema propio de ahorro y crédito productivo, que perpetúa el estancamiento económico.

Los resultados de este paradigma de subordinación son inocultables, ante un estancamiento económico recalcitrante por un cuarto de siglo y el nulo crecimiento del PIB per capita, que permanecerá necesariamente en el futuro; el rezago y dependencia creciente del país ante el mundo; la inexistencia de empleos para todos los mexicanos; la depredación del salario y el trabajo de los mexicanos, que han visto reducir el poder adquisitivo del salario mínimo en un 80% del que tenía hace veinte años; todo lo cual se traduce en la pérdida de cohesión social en familias y comunidades, y la falta de vigencia plena de garantías individuales, derechos humanos y libertades para todos los mexicanos.

La concentración del poder económico, político y cultural se ha acentuado. Pocos y los mismos deciden todo en la economía, la política y la sociedad. La inmensa mayoría de los mexicanos estamos excluidos de las decisiones sobre el rumbo de la Nación. Nuestra economía es una de las más abiertas del mundo, al tiempo que una de las que tienen menores condiciones de crecimiento y desarrollo, con la indignidad de ser una de las sociedades más desiguales del mundo.

La imposición de este sistema de subordinación y dependencia, y de concentración de riqueza y poder, ha requerido la vulneración de la democracia. En las elecciones presidenciales de 1988 se hizo fraude a la soberanía popular, según  se ha reconocido por los propios responsables; en 1994 se asesinó a un candidato presidencial y se impuso el miedo a los electores; en 2000 llegó a la Presidencia de la República un expresidente de una corporación transnacional, quien traicionó el interés nacional y la confianza de quienes votaron por él; al tiempo que en 2006 se polarizó deliberadamente a la sociedad desde el poder, se hizo un uso ilegítimo de los recursos públicos para favorecer a un candidato, como lo dictaminó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y se obtuvieron resultados oficiales que no son reconocidos por sectores significativos de la sociedad, dejando al gobierno actual en condiciones limitadas de legitimidad.

México se encuentra en una encrucijada histórica más: o bien recupera su derecho al desarrollo justo, libre, independiente y soberano, o perece como Estado-nación y se degrada a una sociedad subordinada a los Estados Unidos de América, a las corporaciones globales, y a un puñado de mexicanos que participan y se benefician de este status quo, todo lo cual equivale a la pérdida de libertades para la inmensa mayoría de los mexicanos y de la soberanía de la Nación.

En México dos empresas concentran las concesiones de televisión, por lo que tienen un poder de influencia significativo sobre el 80% de la audiencia de la televisión, constituyendo un sistema de información que impide el ejercicio de las libertades de los mexicanos. Esta concentración mediática no existe en ninguna otra parte del mundo.

Este poder fáctico se ha impuesto a la sociedad y al propio Estado. Todos los mexicanos fuimos testigos de la manera como estos concesionarios impusieron su voluntad en la aprobación de modificaciones a las leyes de Radio y Televisión y de Telecomunicaciones, algunas de las cuales la propia Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucionales. A pesar de ello, su poder no se ha modificado.

Es imposible ser libres sin pensar. La libertad requiere la autoconciencia de los individuos y el reconocimiento de los derechos y deberes que vinculan a cada individuo con otros seres humanos, es decir el reconocimiento de un orden ético conformado por derechos y deberes recíprocos.

La concentración del poder mediático hace imposible la vigencia plena de las libertades de los mexicanos en el siglo XXI, porque no existen condiciones para el pleno ejercicio de las libertades que consagra la Constitución, para el libre examen de las ideas; para el desarrollo de un conocimiento crítico sustentado en diálogos y argumentos; para la deliberación a profundidad sobre los gravísimos problemas nacionales, que son ocultados por una permanente espiral del silencio por parte de los medios electrónicos, que sustituyen el conocimiento verdadero por la manipulación mediática y afectiva de las personas.

Los medios electrónicos constituyen en la actualidad el principal sistema de reproducción de una sociedad profundamente irracional e inmoral, y de poderes que imponen su interés particular al interés público y general. Su realidad es claramente opuesta a la prohibición de monopolios que establece el Artículo 28 de la Constitución.

Por ello se hace necesario establecer una Radio y Televisión Ciudadana,  como una institución cultural independiente y propia de la sociedad mexicana, que tiene el propósito de acrecentar la capacidad de conocimiento, reflexión, expresión cultural y afectiva de todos los mexicanos, habitantes de todo el territorio nacional, de todas las etnias y culturas, como sujetos plenos de libertad y responsabilidad ante los desafíos de nuestra sociedad y ante los retos que provienen de la comunidad de naciones, para constituirnos en actores y no meros espectadores de la modernidad.

Es por ello indispensable que sea la sociedad civil, representada de manera amplia e incluyente, la que controle su sistema de comunicación, bajo el imperativo de criterios éticos de respeto a la dignidad infinita de cada una de las personas; de justicia, que equivale al respeto de dicha dignidad a todos, en todas sus manifestaciones; de libertad de pensamiento para el análisis crítico de la realidad social y de las expresiones culturales; de información guiada por la búsqueda de la verdad, como condición para que la justicia prevalezca en la sociedad; de soberanía cultural, mediante la emisión de al menos un 75% de contenidos nacionales, y la difusión de contenidos verdaderamente internacionales, que incluya a las mejores expresiones de todo el mundo, y nos aleje del pensamiento único, del materialismo, individualismo y apología del dinero y la violencia, que tanto daño causan a la sociedad.

La Radio y Televisión Ciudadana será establecida como institución cultural sin fines de lucro, con financiamiento de la sociedad y de recursos que sean aprobados anualmente por el Estado mexicano a través de la H. Cámara de Diputados, a través del Presupuesto de Egresos de la Federación, así como por aportaciones de instituciones y particulares, en especie y efectivo, que serán destinadas a un fondo común institucional, cuyo uso será determinado por las políticas institucionales que sean aprobadas por los órganos competentes.

Por lo anterior, con base en los artículos 39, 6, 3, 25, 26,27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se convoca a todos los mexicanos, niños, jóvenes y adultos, comunicadores, periodistas, creadores culturales, maestros, investigadores, escritores, literatos, productores, actores, escuelas de comunicación y periodismo, diseñadores, artistas, directores, productores, publicistas, organizaciones sociales, sindicales, empresariales, colegios profesionales, organizaciones campesinas, organizaciones de los pueblos originarios, en cada una de las entidades federativas, a establecer la Radio y Televisión Ciudadana, de acuerdo al siguiente programa de acción:

Constitución del Comité Organizador de la Radio y Televisión Ciudadana, con responsables de todas las entidades federativas.

Recopilación de al menos 15 millones de firmas.

Formalización de una persona moral que defina los estatutos, principios, criterios éticos y organización de la Radio y Televisión Ciudadana.

Presentación de la solicitud para constituir la Radio y Televisión Ciudadana,  a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el 15 de Septiembre de 2010, acompañada de las firmas recabadas.

Inicio formal de la Radio y Televisión Ciudadana,  el primer minuto del 20 de noviembre de 2010, en el Zócalo de la Ciudad de México y en las Ciudades Capitales de todas las Entidades Federativas.

Convocatoria que se hace en el Club de Periodistas de México y la Fundación Antonio Sáenz de Miera y Fieytal, el 19 de junio de 2009.

FIRMAS DE MEXICANOS QUE DEMANDAMOS UNA RADIO Y TELEVISION CIUDADANA

ORGANIZACIÓN

I. COMITE Promotor

RESPONSABILIDADES: SER PROMOTOR, GARANTE Y RESPONSABLE DE LA DIRECCIÓN ESTRATÉGICA.

II. Comisiones de trabajo

FIRMAS DE APOYO CIUDADANO Y DE ORGANIZACIONES SOCIALES

DISEÑO INSTITUCIONAL

ALIANZAS PARA LA PRODUCCIÓN, TRANSMISIÓN Y FINANCIAMIENTO.

FORMALIZACIÓN JURÍDICA DE LA A. C. Y DE LOS CONVENIOS INTERINSTITUCIONALES

DISEÑO TÉCNICO

CONTENIDOS, POLÍTICA CULTURAL, ÉTICA DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

PRODUCCIÓN

FINANCIAMIENTO

VOCERÍA DEL GRUPO PROMOTOR

III. COMITES EN CADA UNA DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS

un comité al menos en cada uno de los estados

IiI. ALIADOS

PARLAMENTARIOS

POLITICOS

ACADEMICOS

MEDIATICOS

INSTITUCIONES INTERNACIONALES

IV. ORGANIZACIONES SOCIALES PARTICIPANTES Y PROMOTORAS

ORGANIZACIONES CAMPESINAS

ORGANIZACIONES SINDICALES

MOVIMIENTOS NACIONALES

MOVIMIENTOS REGIONALES, …

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